domingo, 15 de janeiro de 2012

SOBRE INTELECTUALES E INTELECTUALOIDES

Quiero comentar el artículo de hoy sobre el “confronto intelectual” entre Carta Abierta, Plataforma y Argumentos, publicado en Página 12.

Parece perfecta esa discusión de ideas, porque puede ayudar a mucha gente. Pero me trajo a la mente la distinción entre intelectuales e intelectualoides, un rechazo congénito a estos últimos y una cierta prevención para los primeros.

Los intelectualoides son falsos como billete de 3 pesos. Son aquellos que se creen superiores a los demás, construyen una estructura de ideas en su cabeza, y sólo será válido lo que se encaje en sus estructuras. Todo ha de ser leído bajo el prisma de sus axiomas fundamentales. Todo parte de una unívoca manera de ver el ser humano y sus actitudes. Son parciales, fanáticos y “voladores”.

Tejen una maraña de argumentos, raciocinios, análisis, apotegmas y dogmas. Pero todo surgido del intelecto, instancia superior que distingue a los humanos, y que debe ser lo que comande sus acciones. Son seres que consideran la vida como si fuese una película, y ellos, como buenos “abstractores” que son, se limitan a ser espectadores, críticos o jueces. Pretenden ser “faro” de los otros, porque ellos ven lo que el común de los mortales no ve. Aclaro que el término “abstractor” es invención mía, pero la función de “abstrair” es inherente al conocimiento humano, ya que es lo primero que hace nuestro intelecto para formar conceptos o ideas, que luego utilizará para elaborar raciocinios o argumentos, o juicios.

¡Pará, viejo! ¿Vos estás en contra del pensar? Un carajo, hermano. Lo que estoy en contra es de instituir el pensar como fin de la vida, y no como un medio. (Ah! mi bendita filosofía aristotélica-tomista! Voy a morir aplicándola..) Lo que no acepto es que se abstraiga, pero luego no se encarne. Porque termina viviéndose un mundo falso, teórico, fuera de la realidad. Y siempre pensé que no servía para un carajo, a no ser para perder la oportunidad de vivir la única vida que tenemos. En la que debemos ejercer el papel de actores, no de espectadores o críticos.

¿Y los intelectuales? Aquellos que tienen toda esa estructura en sus cabezas, pero intentan ponerla al servicio de la realidad, de hombres de carne y hueso concretos. No estoy en contra de ellos, apenas tengo mis reservas, mis prevenciones. ¿Cuáles? De que a veces, caigan en esa falsa visión de “adelantados”.
El problema no es sólo analizar, argumentar, raciocinar. El problema es RESUMIR. CONCENTRAR. ILUMINAR. Aquello que con una o tres palabras “dice todo” o dice “un montón de cosas”. Es como el cartelito que marca el rumbo, no sirve un texto completo, apenas una palabra.

Es bueno que sepamos que pensar no es privilegio exclusivo de filósofos o escritores. Es propio de todo ser humano, y muchas veces, lo que piensa un iletrado es mucho más sabio que lo que formula un “letrado”. Y uso los términos convencido de que sabiduría e ignorancia no tienen nada que ver con el grado de instrucción, y sí con la capacidad de sintetizar la realidad. Interpretar la realidad. Y quienes nos preocupamos por descubrir el pensamiento que puediera correr por nuestros boliches de pueblo, sabemos cuánta sabiduría muchos “iletrados” aprenden con las letras de un tango, o con los versos del Martín Fierro.

Buen domingo para todos!!

sábado, 14 de janeiro de 2012

SOBRE JUICIOS SUPERFICIALES

Jesús y María Magdalena, la pecadora. "¿Alguien te condenó?...yo tampoco..."

Al hablar de juicios, no me refiero a los procesos jurídicos, que a paso de tortuga, avanzan. Al menos, avanzan. Eso ya es gran cosa.

Me estoy refiriendo al juzgamiento que las personas hacen de otras personas, de acontecimientos, de situaciones y de problemas.

ESTOY PODRIDO DE TANTA SUPERFICIALIDAD. De no buscar las causas cuando chillan por los efectos. De hablar siempre hipócritamente desde una posición de pureza/inocencia/víctimas , cargando la culpa exclusivamente en “los otros”, como si ellos fuesen ETs que no tienen nada que ver con la raza humana. Y oh, curiosidad! Sólo condenan los males por comisión, pero ignoran los males por omisión. Que curiosamente cometemos, casi todos, cuando “nos lavamos las manos”, como Pilatos.

Nosotros, los limpios, los puros, los que no matamos ni una mosca. Los que vamos a la Iglesia o participamos de una obra de beneficiencia para aliviar nuestra conciencia, o aparentar un buen nombre como benefactores. Pero nuestra lengua es venenosa como serpiente, nuestros celos son enfermos, nuestra indiferencia y falta de compromiso con la sociedad de que formamos parte, es total. Criticamos la paja en el ojo ajeno, y no nos damos cuenta de la viga que hay en el nuestro. Algún famoso dijo esa frase, pero no recuerdo quién fue. Seguro que Susana, Mirta o Tinelli, no fueron. El Cardenal Bergoglio, tampoco. Creo recordar algo de un boludito que andaba por Tierra Santa llamándonos de sepulcros blanqueados! ¡Ay, Jesús! Sacrílego? Sacrilegio es no respetar su enseñanza de que todo cuerpo humano es templo de Dios, carajo! Pero ¿quién de nosotros cree que sea un sacrilegio el hambre de un niño harapiento?

Pero también están los otros, aquellos que ni piensan en este tipo de cosas, pero tampoco se calientan “por los otros”. Viven en un perfecto egoísmo, donde sólo existe el “yo” y el “nosotros” se reduce a los seres queridos.

¿Conciencia de pertenencia a una sociedad? ¿Responsabilidad social? Ni siquiera asumimos nuestra responsabilidad sobre nuestros actos, vivimos en un despelote mental, dentro de una burbuja donde domina una droga llamada “irresponsabilidad”. Al final, vivir es una búsqueda constante de sensaciones, que cuanto más corporales, más pasajeras. Pero eso no lo sabemos, nadie nos lo enseñó.

Y entonces, toda esa manga de harapientos espirituales, que va desde los fieles frecuentadores de los templos de piedra pero olímpicos profanadores de los templos vivientes hasta los adolescentes en carrera desenfrenada por una búsqueda constante de sensaciones, agresiones, y violencia, toda esa gama de verdaderos harapientos espirituales faltos de luz y de paz, rasgan sus vestiduras, culpan a “los otros” y se eximen de cualquier examen de conciencia que les lleve a descubrir si forman o no parte de una sociedad enferma, de la que son responsables aunque no salgan de sus casas.

FALTA EDUCACIÓN. Pero no pensemos sólo en nuestros niños o adolescentes. Les falta educación también a nuestros adultos. A muchos nos falta educación alimentar, y arrastramos el estigma del sobrepeso. Pero a muchos les falta educación social. A otros les sobra una educación moral (lo que se permite o no) pero les falta educación ética (lo que está bien y lo que está mal). Un poco de autenticidad y mucho de valor para descubrir NUESTROS ERRORES y NUESTRA CONTRIBUCIÓN para que el mundo mejore: Tierra, mar, aire, plantas, animales y seres humanos.

Si hacemos eso, cuando llegue el momento de emitir un juicio sobre los otros, no será para condenar, sino para ayudar y compartir. Tal vez ellos estén precisando de un poco de luz y otro poco de paz. Y si nosotros la tenemos, seremos capaces de transmitirla.

sexta-feira, 6 de janeiro de 2012

ADEMÁS DE BRUTO, BURRO!















ARTESANÍA WICHÍ, TALLADA A MANO
REALIZADA CON MADERA DE PALO
SANTO, CON INCRUSTACIONES
DE OTRAS MADERAS DURAS.


Esto escribió Lanata:
"Pienso que los decretos no generan audiencia. Esto de vamos a desmonopolizar los medios creando nuevos medios, no significa que esos medios vayan a tener público. Una cosa no trae a la otra. Esta boludez de "hagamos la radio de los wichis", ¿quién carajo va a escuchar la radio de los wichis? Y lo que es peor, ¿quién va a poner avisos en la radio de los wichis? ¿Y cómo le van a pagar el sueldo a los operadores? Esto es vida real. Es un negocio como cualquier industria."

Seguro que la radio de los wichis es para los wichis, será en el idioma de los wichis, y debe abarcar el área donde residen lo que sobró de este pueblo, que fue diezmado y masacrado en un genocidio hijo de puta, de tipos que pensaban como ese infeliz de “la innata….boludez”.



Reducir todo a un negocio, es de terror. De malvados, además de brutos. Juzgar a los diferentes grupos étnicos con la mentalidad burguesa, occidental y cristiana del “mercado” es de una pobreza total, y además, un contrasentido de lo que significa la palabra “cultura”.


Hacer la radio de los wichis, no es una boludez. Boludez es hablar al pedo, ignorar los valores sociales y culturales que conforman la nación, y lo que es peor, no respetarlos, creyendo que todos se miden con la misma vara.


Y aprovechando…infeliz…decíme: ¿qué te parecen esas artesanías wichi? Las puse al lado de tu triste figura, para que resalte su hermosura, en un contrapunto de lo lindo y lo feo, lo noble y lo perverso, lo humano y lo animal.

quarta-feira, 4 de janeiro de 2012

¡Fuerza y suerte, compañera Presidenta!



Hay momentos que las palabras sobran. Nuestras manos se unen en un abrazo gigante, que abarca todos los rincones de la Patria, inclusive de aquellos que vivimos en el extranjero.

Las dificultades sirven para foguearnos, y eso vos lo sabés muy bien. Y es importante que, en la medida en que lo compartimos, nos foguee a todos nosotros. Nos fortalezca, nos haga crecer.


¡Suerte, compañera Cristina! Estamos con vos, y el cariño del pueblo te acompaña.