domingo, 21 de agosto de 2011

IGLESIA, PUEBLO DE DIOS


Los curas del pueblo emitieron un documento, que se lo robé al blog de La Peñaloza. para remarcar algunos aspectos:


como nos invitaba a hacerlo hace ya 50 años, el recordado –y tantas veces negado- Concilio Vaticano II.

En realidad, muchachos, el Concilio no sólo fue negado. Fue tergiversado y ninguneado en los hechos, para que lo azul fuese rojo, y lo blanco fuese negro.

dejando brotar el Reino que Dios ha sembrado en la historia.”
Ese "Reino" que era la lucha de la humanidad para vencer el mal y sus consecuencias, ha vuelto a ser un miserable pedazo de cielo ofrecido asquerosamente como consuelo o premio a los sufrimientos terrenales…

También es muy distinta la situación en el interno de la Iglesia. La situación eclesiástica hace ya muchos años fue calificada de “Invierno eclesial” por uno de los mejores teólogos del s.XX.”

Invierno es poco, muchachos. Ese retroceso es como un páramo antártico, donde hay pocos vestigios de vida. Pueden juntar 2 millones en Madrid para ver al Papa, como los evangélicos juntan multitudes en sus paseatas. Pero todo ese circo dista mucho de ser luz del mundo y sal de la tierra…y para nuestros jóvenes, mucho más. Tiene más olor a bosta que a incienso. Porque lo eclesiástico ha vuelto a ser una negación total del Evangelio de Jesús.

Creemos ingenuo negar que hubo, hay y habrá quienes quieren negarle al pueblo sus posibilidades de fiesta y alegría, y no deberíamos estar desatentos ante ello, sea por el inmoral afán de lucro, la mentira sistemática y hegemónica, la ideología perversa de la mano invisible del Mercado o la sumisión acrítica a los coros de ajuste, represión, desocupación y endeudamiento, cuyas dramáticas consecuencias vemos hoy en varios países del Primer Mundo y de América Latina.”

Diez puntos para la denuncia profética de los curas de los pobres. La repito visualmente ordenada porque vale la pena:

“Creemos ingenuo negar que hubo, hay y habrá quienes quieren negarle al pueblo sus posibilidades de fiesta y alegría,
• sea por el inmoral afán de lucro,
• la mentira sistemática y hegemónica,
• la ideología perversa de la mano invisible del Mercado
• o la sumisión acrítica a los coros de ajuste, represión, desocupación y endeudamiento”

Están descriptos, con claridad y coraje, los principales enemigos del pueblo.

La Iglesia no es Roma, ni los que ostentan púrpuras cardenalicias o títulos de monseñorinos. El espectáculo patético de los cruzados medievales, vendedores de indulgencias y no sé cuántas boludeces más. La Iglesia es el pueblo que camina por la Historia luchando por el bien contra el mal, por el triunfo de la justicia sobre la injusticia, y para que ese Reino de Dios comience aquí en la Tierra, transformando las estructuras y las mentalidades, con igualdad, libertad y tolerancia. El resto, es cuento de hadas.

Este 14 de agosto, el día del triunfo arrasador de Cristina, cumplí 46 años de ordenación sacerdotal, y lo digo con mucho orgullo y alegría. Aquella entrega a los más humildes terminó en la militancia política, como una forma de luchar por el Reino, por la construcción de un mundo más justo y más igualitario. Mi Iglesia sigue siendo la misma, la de Cristo, María Magdalena, la del hijo pródigo. Es este Pueblo de Dios que camina construyendo la historia. Y que en la Argentina, hoy es peronista, socialista y kirchnerista. ¡Y a la mierda!

El sitio de la Peñaloza donde se encuentra el documento completo es: http://fsplasrosas.blogspot.com/2011/08/iglesia-que-es-pueblo.html

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