Es fundamental que entendamos todo lo que se juega en este momento de la vida política nacional. Darnos cuenta que es fundamental la fuerza del pueblo en la calle, para exigir, apoyar, anatemizar. Exigir nuestros derechos, apoyar a los dirigentes que nos entienden y se ponen al servicio de la gente, y anatemizar a aquellos hijos de mala madre, que sin importarse con la República que tanto pregonan de la boca para fuera, ser la pasan poniendo palos a la rueda, porque lo único que les interesa es desestabilizar.
Ahora vamos a ver si Cristina no está sola. Hace muy poco que vimos todas esas escenas conmovedoras. Será hora de probar que eran verdaderas, y que somos muchos los que no vamos a permitir que los profetas del odio nos hagan retroceder para volver a épocas superadas.
Yo no puedo hacer otra cosa desde lejos, que hinchar y confiar. Cruzar los dedos, y anhelar que les demos una lección a estos desgraciados. Lo pienso como una prueba de fuego, la primera de las muchas que vamos a tener que atravesar. Pero tal vez sea bueno así, porque para quien cree realmente en la fuerza del pueblo, y en su sabiduría, esta es una oportunidad para ejercitar esa esperanza.
La negativa a votar el presupuesto es querer atarle las manos a la Presidenta Coraje. Y joderles la vida a todos los argentinos.
Vamos todos a demostrar que ella no está sola, y que aquel grito de "Fuerza, Cristina!" es algo más que una expresión de deseos. Es un compromiso de lucha.
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