Quiero confiar que mañana todo transcurra bien y que los argentinos consigan dar un buen ejemplo de ciudadanía.De esa ciudadanía que mucho se proclama pero poco se practica.
Por estar fuera del país, quedo fuera del censo. Por señal, fui censado aquí en el Brasil hace poco menos de dos meses, aquí no hay un día específico, sino un período de tiempo en el cual los censistas van recorriendo las casas, con sus computadoras manuales donde almacenan los datos requeridos. Al final, uno estampa su firma en la tela de la minicompu, y todo queda registrado en el más absoluto secreto informático.
En ambos países, estos censos de 2010 son los primeros en la historia donde no hay ningún tipo de discriminación, ni por color de piel, ni por etnia, ni por religión, ni tampoco por opción sexual.
Que mañana al promediar la jornada, podamos sentir orgullo de ser argentinos.
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